Desde que era pequeño sufrí mucho, pero eso
no fue obstáculo en mi vida, nunca me deje derrotar por los golpes que me daba
la vida y ahora me encuentro nuevamente en la lucha por hacer realidad mis
sueños.
No tuve una infancia amena, pero lo que podría
rescatar de mi niñez es que la pase en su totalidad con los dos seres que más
amo en el mundo, mis abuelos maternos, ellos fueron mis primeros maestros y mis
padres putativos, quienes me brindaron su amor incondicional, me mimaron y a
pesar de que ellos no poseen instrucción educativa alguna, eran muy sabios,
siempre me enseñaban cosas que hasta el día de hoy me sirven.
Mi educación formal la inicié a los 4 años
en el Jardín de Infantes “Virginia Larenas”, la verdad no fue una experiencia grata
ya que constantemente me la pasaba metido en problemas, creo que hasta mi madre
ya estaba harta de ir al jardín todos los días por los llamados que hacia mi
maestra.
Posteriormente inicie mi educación primaria
a los 5 años en la escuela fiscal “Roberto Espinosa”, una de las mejores
escuelas de mi pueblo, donde inicie siendo un niño “problema”, pero al término
de la misma fui un alumno ejemplar según datos de mi querida maestra Mariana Luna,
ella influyó en mí y me hizo cambiar un poco mi perspectiva de vida, aunque en
ese tiempo no era mucha, pero de algo sirvió.
Fui hijo único hasta los 7 años, es ahí cuando
nacen mis hermanos mellizos Selena y Esteban, ellos vinieron a cambiarme la
vida, me hacen muy feliz y los amo tanto, ahora ellos son una parte de ese
motor que te da fuerza para seguir adelante.
A los 11 años inicie mi educación
secundaria en la Unidad Educativa “Juan Montalvo”, esta etapa fue muy grata porque
fue en la que hice amigos de verdad, amigos incondicionales, que se quedarán en
mi por el resto de mi vida.
Hice mi primera amiga, la que hoy en día es
mi mejor amiga, la conocí hace 7 años, en un transporte público en una
circunstancia algo extraña, su nombre es Melanie, ella ha sido más que una
amiga, una hermana para mí, ella también es parte de mi fuerza impulsora.
Gracias a mi carácter fuerte que lo tenía
desde muy pequeño, fui una persona muy respetada y amada por todos. En el
colegio mostraba cualidades de ser un líder, es por esto que casi todos los
años solía ser elegido como presidente del salón.
En el colegio siempre me dedique a estudiar
muy duro, ya que de ello depende que yo sea un profesional de excelencia y no
uno mediocre, como resultado del gran esfuerzo que hice al dedicarme a
estudiar, me hice acreedor de un puesto en el cuadro de honor en mi institución
y fui nombrado como el mejor egresado de mi promoción, en realidad eso no fue
lo que yo buscaba, pero así se dieron las cosas; lo que yo siempre quise en ese
entonces era ser un estudiante de intercambio e irme a otro país y conocer una
nueva cultura.
Siempre hice las cosas por el simple hecho
de obtener una gran satisfacción propia, por el placer que te produce hacer
algo, nunca las hice por recibir algún honor o galardón, pienso que los honores
son irreales y son perfecta muestra de “uniformidad”.
En el último año de mi educación secundaria
me preparé arduamente para rendir la famosa prueba ENES, ya que mi futuro
universitario dependía de la ponderación obtenida en dicha prueba, es algo
absurdo pero así está la educación superior en la actualidad en mi país. El
gran sacrificio que hice tuvo grandes resultados, obtuve una excelente calificación,
posteriormente puede entrar a una institución superior y continuar con mis
estudios.
Actualmente me encuentro cursando nivelación
emblemática en una nueva institución superior creada en el Ecuador la Universidad
de Tecnología Experimental Yach Tech, que dice será la revolución de la educación,
ésta presenta un gran reto, es por esto que decidí tomar este reto y no
desistiré hasta lograrlo.
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